Me cansé de sufrir: un viento arrasó con su cultivo, tiene que devolver una deuda millonaria y cuenta un triste desenlace

Las lluvias que se registraron en las diferentes provincias del país en los últimos días, generaron un gran alivio en el sector productivo, pero también hubo otra parte que sufrió las consecuencias del viento y el granizo. Por ejemplo, el productor tabacalero de Cerrillos, Salta, Sergio Parra, contó que para poder sembrar tuvo que pedir un préstamo y ahora no tendrá para devolver el dinero. Según dijo, invirtió US$8000 por hectárea que se perdieron con el último temporal en esa región: “Me cansé de sufrir en medio de la nada”.

En la red social X, el agricultor describió en un hilo las pérdidas que tuvo en las últimas horas. “En 5 minutos el viento y granizo se llevó la cosecha de tabaco y con ellas mis ganas de trabajar como burro y apostar. Me cansé de ver desastres, me cansé de sufrir, me cansé de llorar y a las horas empujar más fuerte. Levantaremos lo que dejó y veremos”, comentó. Parra aclaró a LA NACION que el seguro que tiene contra granizo le cubre solamente los gastos.

El año pasado habían registrado el mismo episodio, no obstante, con los costos acotados de este año se torna bastante complicado. La superficie afectada es de aproximadamente 2000 hectáreas en la región. Estas reportan daños graves en la zona, con problemas en la arboleda.

Así quedó el tabaco del productorSergio Parra

A principios de este año, el productor compartió el estado en el que quedaron los caminos municipales, por los que tiene que transitar todos los días, tras el paso de fuertes tormentas. En ese momento el productor decidió reparar por cuenta propia el trayecto que también hacen sus hijos hacia el colegio.

“No hay caminos y no va a haber porque desde el año pasado que algunos no sirven más. No hay luz hace 13 horas y las estufas que coseche se pudrieron enteras. No había señal de teléfono, no hay nada, es tierra de nadie. Lo único que hay es la cara de mis empleados asustados”, indicó.

La hoja del tabaco cosechada se deshidrata e ingresa a una estufa con ventilación forzada que funciona con energía eléctrica. Ante la falta del servicio eléctrico, la hoja que estaba en proceso de deshidratación se pudre y pierde calidad el producto. El productor tiene siete estufas, de esto, prevé perder la totalidad de dos estufas.

Además, agregó: “Y yo llorando frente a las estufas sabiendo que para poder cosecharlas tuve que pedir plata a las empresas acopiadoras y ahora tampoco tengo para devolverla. Tampoco tengo cómo levantar lo poco que queda porque el anís no vale nada y la chía menos, nada se vendió”.

Según había mencionado meses atrás, por la ruta 49, de vez en cuando, pasa una máquina de Vialidad provincial y la repara. Las rutas nacionales, como la ruta 68 y sobre todo la 51 están teniendo infinitos problemas y Vialidad no da abasto con los arreglos; así las rutas provinciales quedan sin hacer arreglos. Y los caminos municipales no tienen mantenimiento alguno.

“¿Vendrá alguien a ver si estamos vivos? Nadie, solo servimos para esquilmarnos, ¿alguien le dirá algo a Edesa [Empresa Distribuidora de Electricidad de Salta] por la luz? Nadie, que se ca***e el bo***do que hoy debería al menos levantar la hoja que está en el suelo y secarla. Con que alguien arreglara el camino… Nadie, por qué claramente somos nadie. Un montón de bo***dos. Me cansé de sufrir en medio de la nada. Estoy harto”, se descargó.

El viento y granizo arrasaron con el cultivo y con ello, la inversión que hizo el productor Sergio Parra

Por otra parte, agregó que los trabajadores también estaban esperando una respuesta suya ante este escenario. “Y ahora están todos sentados afuera esperando que les diga cómo seguimos, y la verdad no tengo la más p***a idea, por qué no tengo ni plata, ni luz, ni caminos y ni ganas de seguir. Cerraría todo a la mi***da… A ver si alguien le muestra al gobierno. Hay seguir después de eso. Ocho mil dólares por hectárea de inversión”, sostuvo.

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