La administración del alcalde de Nueva York, Eric Adams, abrió un nuevo refugio para migrantes en El Bronx. Las instalaciones recibirán hasta 2200 personas en situación de vulnerabilidad, con el fin de reubicar a solicitantes de asilo tras el cierre de otros centros de la ciudad, como el de Randall’s Island y el Roosevelt Hotel en Manhattan. Sin embargo, existen requisitos específicos para alojarse allí.
Según comunicó el gobierno local, el refugio solo estará disponible para hombres solteros, especialmente aquellos provenientes del refugio de Randall’s Island, cerrado recientemente. La medida busca priorizar a quienes se vivían en carpas y en condiciones de extrema precariedad.
Para acceder al albergue, los migrantes deben presentar un documento que acredite su identidad, aunque no es necesario que sea un pasaporte o una visa estadounidense. También deben demostrar que no tienen un lugar alternativo para alojarse en la ciudad.
Este refugio no admite a familias ni a mujeres, ya que está destinado exclusivamente a hombres adultos. Las autoridades explicaron que otros centros en Nueva York están destinados a grupos familiares y mujeres solas.
Los migrantes pueden permanecer en el refugio de Bruckner Boulevard por un máximo de 30 días, según señaló el Bronx Times. Este límite de tiempo tiene como objetivo mantener la rotación de residentes y permitir que más solicitantes de asilo puedan acceder al lugar.
Durante su estadía, los migrantes recibirán alimentación, acceso a servicios médicos básicos y asistencia legal para sus trámites de asilo. Sin embargo, deberán cumplir con las normas del centro, que incluyen un horario de entrada y salida, así como la prohibición de consumo de alcohol y sustancias ilegales.
El alcalde Adams decidió abrir este refugio en respuesta al cierre de varios albergues en Nueva York, como parte de un plan para reorganizar el sistema de acogida. El centro en Bruckner Boulevard busca reemplazar a las instalaciones cerradas en Randall’s Island, Floyd Bennett Field y el Roosevelt Hotel, en medio de una disminución en el número de solicitudes de asilo.
De acuerdo con The New York Post, estos pedidos en Nueva York cayeron a 350 por semana, un descenso significativo respecto a las 4000 semanales que se registraron en el pico de la crisis migratoria. Pese a esta reducción, unos 44.000 solicitantes de asilo continúan alojados en refugios y hoteles en los cinco distritos de la ciudad.
La apertura del refugio en El Bronx generó preocupación entre los residentes y comerciantes de la zona. Algunos temen un impacto en la seguridad y la economía local, mientras que otros criticaron la falta de consulta pública antes de la inauguración.
De acuerdo al The New York Post, la llegada de los primeros migrantes el pasado fin de semana, provocó rechazo en el vecindario. “Podría volverse peligroso, esa es mi mayor preocupación. No sé si será así, pero 2200 hombres juntos sin nada que hacer no es una buena idea”, consideró Judy Kudlow, propietaria de un estudio de arte en la zona.