El luchador argentino Santiago Ponzinibbio, conocido en el mundo de las artes marciales mixtas como El Rasta o Argentine Dagger, volvió a brillar en el octágono al derrotar por nocaut técnico al guyanés Carlston Harris en UFC Vegas 101, y después celebró ese triunfo con un cabezazo a uno de los laterales de la jaula. Este combate, que se llevó a cabo en el UFC Apex de Las Vegas, Nevada, fue la pelea coestelar de la noche, parte del evento también conocido como UFC Fight Night 249.
Ponzinibbio, de 38 años y oriundo de La Plata, logró una crucial victoria que lo impulsa nuevamente en la competitiva división welter de la UFC, tras una racha de derrotas que había puesto en duda su continuidad en la élite del deporte. Con esta victoria, Ponzinibbio alcanzó las 30 en su carrera profesional, una cifra que refleja su tenacidad y su capacidad para sobreponerse a la adversidad.
El enfrentamiento contra Harris fue todo un desafío. Durante el primer round, Ponzinibbio se vio en serios problemas. En los últimos segundos de ese asalto, el argentino fue impactado por un preciso “uno-dos” de Harris que lo hizo tambalearse, seguido de una contraofensiva que lo mandó al suelo. La campana final del round lo salvó de una derrota temprana, permitiéndole regresar al descanso con la determinación de revertir la situación.
En el segundo round, Ponzinibbio mostró su experiencia y capacidad de adaptación. Consciente de que dejar la decisión en manos de los jueces podía ser perjudicial, como ocurrió en su polémica derrota contra Muslim Salikhov, el argentino adoptó un enfoque más estratégico. Utilizó su técnica de boxeo para lanzar golpes precisos a la cabeza de Harris, mientras defendía con éxito los intentos del guyanés de llevar el combate al suelo.
El desenlace llegó en el tercer y último round, donde Ponzinibbio, con mayor reserva física, tomó el control absoluto del combate. Con agresividad y determinación, lanzó una serie de golpes que culminaron con una potente derecha volada a la cabeza de Harris. A pesar de que Harris se mantuvo de pie, el árbitro intervino al notar que no estaba en condiciones de continuar, decretando la victoria para Ponzinibbio por nocaut técnico.
La emoción del triunfo se reflejó en el singular festejo de Ponzinibbio. Tras la decisión del árbitro, el platense cabeceó uno de los laterales del octágono antes de cruzar la reja con un salto, saludando a los jueces del combate. Este triunfo marca su regreso a la senda del éxito y lo posiciona nuevamente como un contendiente destacado en la división welter de la UFC.
En declaraciones posteriores al combate, Ponzinibbio expresó su deseo de mantenerse activo en el circuito: “Mi deseo este año es estar aquí. Hacer tres o cuatro peleas, capaz pueda pelear en Miami que es como mi segunda casa, hay una gran parte de latinos, Messi vive ahí. Pero mi meta este año es estar en activo porque yo sé que puedo ser campeón y puedo ser el mejor de la división, solo necesito oportunidades”.
“Para toda la gente de Argentina y Latinoamérica: doce años representando a la celeste y blanca. Y a toda la gente que cree en mi deporte en mi país. Gracias. Gracias”, dijo el platense tras la victoria.
Esta victoria en UFC Vegas 101 podría ser el inicio de una nueva etapa en la carrera de Ponzinibbio. Con un récord sólido y la motivación renovada, el luchador argentino busca posicionarse nuevamente entre los mejores de la división welter. Su tarea en este combate no solo relanza su carrera, sino que también reafirma su lugar en la UFC como uno de los peleadores más destacados de América Latina.
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