Terminó la semana con una debacle en Brasil y un aterrizaje suave de los mercados en la Argentina. Los brasileños, después de una leve recuperación de 1,33% de la Bolsa de San Pablo de 1,33%, tras cuatro ruedas consecutivas de caída, el viernes la vieron bajar 1,50% con una devaluación de 1,33% del real que lo llevó a su valor histórico más bajo frente al dólar de 6,09.
Según la consultora económica Invecq “la depreciación del real juega contra la Argentina: un Brasil más competitivo presiona sobre el mercado de cambios, dada la fuerte apreciación del peso. Este fenómeno, además, se da en un contexto en el cual la cuenta corriente -base caja- ya acumula cinco meses consecutivos de saldo negativo. Si bien en julio, agosto y octubre mucho tuvo que ver el pago a bonistas y el FMI, no debe menospreciarse el deterioro de la balanza comercial: en bienes, el superávit mensual promedio pasó de USD 2.961 millones entre enero y mayo a solo USD 639 millones a partir de junio; en servicios, el superávit de enero (USD 84 millones) se transformó rápidamente en déficit creciente”.
El informe agrega que “el interrogante que surge hacia adelante es cuán sostenible es esta dinámica. A medida que la apreciación del peso se profundice y las monedas emergentes se deprecien (por un dólar más fuerte pero también por factores locales, como en el caso de Brasil), es de esperar que el saldo comercial -base caja- siga deteriorándose. De no eliminarse el blend, el esquema solo podrá sostenerse vía ingreso de capitales por la cuenta financiera. Si bien la primavera cambiaria ilusiona al Gobierno, cabe ser cautos: la brecha puede volver a tensarse por motivos electorales o un shock externo, la confianza en el modelo mermar, y revertirse el flujo de los últimos meses”.
EconViews destaca que “contrariamente a lo que muchos analistas dicen, no observamos que la desinflación se haya basado en una política monetaria dura. Dos elementos apoyan esta tesis, la base monetaria creció y sigue creciendo a un ritmo mayor a la inflación mientras que las tasas de interés fueron fuertemente negativas durante casi todo el año, cuando una política monetaria dura se caracteriza por tasas de interés reales positivas y muy altas”.
El informe agrega que “un punto débil del programa ha sido la lentitud en levantar el cepo cambiario. Inicialmente se dijo que se iba a hacer en junio, pero el arco se fue corriendo y ahora se piensa que se va a levantar recién después de las elecciones de octubre. Lo que parece predominar es el temor que si se levanta pueda haber una huida de los pesos que están atrapados, llevar a un salto del dólar y que genere un rebrote en la inflación”.
“Un segundo punto débil ha sido la recomposición de reservas internacionales, ya que hasta ahora sólo se ha logrado que sean menos negativas (de -11.000 millones a fin del año pasado a unos -5,000 millones recientemente). Si bien estos números representan una mejora, está lejos de haber vuelto a valores positivos. Esa situación de bajas reservas también ha llevado a que el gobierno no haya desarmado el cepo cambiario”, indica EconViews.
En otra parte del informe reconoce que “en los últimos meses el Banco Central ha vuelto a acumular dólares, aunque una gran parte es por deuda del sector privado y no por un superávit en la cuenta corriente, que es más sustentable. Mirando hacia el futuro hay motivos para ser optimistas. El déficit cero, la reducción del gasto público, la baja en la inflación, las reformas estructurales, la perspectiva de que se pueda volver al mercado financiero internacional, el incipiente crecimiento, la mejora del salario real y las buenas perspectivas de sectores como petróleo y gas y minería, son algunos de los indicadores que muestran que podemos estar ante un punto de inflexión en el crecimiento de largo plazo. Pero siempre hay riesgos, y uno importante es que hay una amarga historia en la Argentina y en la región de planes anti-inflacionarios basados en el tipo de cambio, que casi inexorablemente terminaron en turbulencia. ”.
La consultora FyMA de Fernando Marull señaló que “esta semana salieron los primeros datos de actividad de noviembre, que fueron mixtos, luego de un octubre positivo. En cuanto a la inflación, esperamos 2,7% para noviembre, pero el mercado está más arriba (REM: 2,8%), y para diciembre también proyectamos 2,7% (REM: 2,9%). El Central vuelve a comprar reservas, pero sigue con reservas negativas (-USD 3.600 millones), y la brecha sigue bajando (9% con CCL). En los pesos: hay mayor demanda liquidez por diciembre (aguinaldo/fiestas), el mercado vende CER y LECAP y esta semana hay licitación. Esperamos que el mercado no renueve todo por necesidad de liquidez”.
Las perspectivas de la consultora hablan de un verano “tranquilo” pero “hay que estar atentos. Para diciembre: en reservas, entra el trigo y podríamos tener novedades de REPO o FMI . En los pesos, sube la demanda estacional de liquidez (aguinaldos, fiestas). Para Enero 2025: en reservas, subirían importaciones (baja de Impuesto PAIS a 0%) y Turismo (que se pagarían con MEP-Turista). Asumimos que sigue el blend para abastecer al MEP-Turismo ¿Habrá nuevo Programa con FMI en enero cuando asuma Trump? Para febrero: asumimos que se confirma inflación menor a 2.3% (de enero), y se avanzaría con baja de crawling a 1,5% (¿o 1%?) ¿Y los pesos? puede bajar la tasa otra vez a 30% (desde 32%); pero recordemos que desde febrero hay “estacionalmente” menos demanda de pesos, y eso podría adelantar el timing del BCRA. De todas formas, la clave es que se confirma un “escalón menor” en la inflación”.
La consultora 1816 opina que “con el tipo de cambio cada vez más apreciado, octubre fue el quinto mes consecutivo de déficit de cuenta corriente en base caja (el déficit acumulado entre junio y octubre ascendió a USD 5.400 millones) informó el Central el viernes pasado en el Balance Cambiario. Como los números del BCRA solo miden los flujos comerciales que pasaron por el Mercado Libre de Cambios (MLC), no está de más aclarar que sin el blend (que implicó que aproximadamente USD 7.100 millones de exportaciones se liquiden en el CCL) el resultado de este periodo de cinco meses hubiese sido superavitario. Mirando los datos en detalle, se destaca el flujo saliente de dólares por consumos con tarjeta en el exterior, que, con USD 941 millones, fue en octubre el mayor de toda la era Milei. A diferencia del balance comercial, las estadísticas de pagos con tarjeta miden tanto los pagos con MEP propios de los clientes como los saldos cancelados vía compras en el spot (el llamado “dólar tarjeta”, gravado por el impuesto PAIS y el adelanto de Ganancias e Ingresos Brutos) y por primera vez el BCRA aclaró qué porcentaje de ese total se canceló sin acceder al MLC (que es por lejos la vía más cara dada la baja brecha cambiaria).
“Que apenas el 50% de esos gastos de octubre se hayan pagado con MEP nos sorprendió dada la diferencia de precio, pero tiene sentido para la porción de consumos pequeños como suscripciones de servicios. En el caso de gastos importantes como pasajes y estadías en el exterior suponemos que la diferencia de precio hace que los clientes suspendan el pago de las tarjetas con débito automático y cancelen sus obligaciones con dólares propios. Esta revelación implica que la demanda de dólares financieros que le “hacía fuerza” a la avasallante oferta del blend era más acotada de lo esperado y puede explicar (al menos parcialmente) tanto el excelente desempeño del Peso en el mercado financiero como la persistencia del canje CCL-MEP en torno a 3% con una brecha tan baja”, agregó la consultora.
1816 afirma que “la dinámica de reservas netas es claramente mejor a la que esperábamos en julio/agosto (dado el shock que significó el blanqueo y el boom de préstamos en dólares), pero a menos que aparezca un crédito extraordinario (¿Del FMI?) seguirán en terreno negativo por un buen tiempo más”.
Sobre la devaluación de Brasil, la consultora señala que “el real está cada vez más débil, llevando el nivel de tipo de cambio bilateral entre Argentina y Brasil a su nivel más bajo casi desde la Convertibilidad. Por lo pronto, sin embargo, esta debilidad no tuvo impacto ni en el precio de la soja (es decir, no hubo ventas masivas de soja brasilera para aprovechar el movimiento del tipo de cambio. No hay que dejar de prestar atención a lo que sucede con nuestro vecino del norte. Tiene sentido que, al menos por el momento, el Peso y el real transiten senderos separados, porque la narrativa en un país y en el otro no podría ser más distinta”.
El informe de F2, la consultora de Andrés Reschini, indica que “la dinámica del MLC de esta semana trajo algo de tranquilidad luego del final de noviembre y comienzo de diciembre con saldos vendedores para la autoridad monetaria. Esta logró, gracias a una recuperación en el volumen de liquidaciones y una demanda que menguó en las últimas ruedas, dar vuelta el partido y acumular un saldo por intervenciones en la rueda cambiaria oficial de USD 445 millones para los primeros seis días de diciembre que es el mayor en términos nominales para el período en cuestión desde, al menos, 2003″.
F2 indica que “la brecha cambiaria CCL / “A” 3500 perforó el nivel del Impuesto PAIS anticipándose a la extinción del tributo, aunque también puede haber estado presionando la oferta producto de mayor volumen operado en MLC (USD 481 millones). Pero con lo que tenemos en lo que va de la gestión de Milei, el mercado se resiste a continuar con el rally de deuda soberana en moneda extranjera y el Riesgo País se mantiene relativamente estancado desde la última parte de noviembre cuando las reservas de BCRA dejaron de crecer. Aquí es donde el mercado necesita más certezas para dar un paso más de cara al abultado perfil de vencimientos de 2025. Para ello, la negociación con FMI, las versiones sobre Repos y la acumulación de reservas serán clave”.
Hoy se espera una mejor rueda en acciones. Los bonos soberanos siguen en un limbo porque los inversores no ven en las leyes enviadas al Congreso para ser tratadas en el período de sesiones extraordinarias, algo que los haga ampliar su cartera con estos títulos.
La licitación de títulos del Tesoro será clave. La pregunta es si volverá a licitar LECAP y BONCAP tras la reciente baja de tasas.