POLÍTICA
El régimen mexicano esquiva sanciones y sacrifica recursos nacionales para apoyar a Cuba
El gobierno de Morena habría encontrado una vía discreta para enviar petróleo a Cuba: las llamadas “Gasolineras del Bienestar”. Esta empresa subsidiaria, creada en 2023 bajo el discurso de “justicia energética”, ha sido utilizada como fachada para exportar crudo y combustibles a la dictadura cubana.
Durante los primeros meses de 2025, México envió un promedio de 19 mil 600 barriles diarios de petróleo crudo a la isla y 2 mil barriles de derivados. Estas cifras representan millones de pesos que no generan ingresos para el país. Los envíos habrían evitado el uso de Pemex Internacional precisamente para esquivar posibles sanciones de Estados Unidos, por comerciar con un gobierno declarado como dictatorial.
A pesar de las advertencias legales, el régimen de Morena insiste en disfrazar estas transferencias como actos “humanitarios”. Analistas advierten que no se trata de apoyo solidario, sino de un uso político del petróleo mexicano, pagado con los impuestos de millones de ciudadanos.
Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, sigue perdiendo recursos
Pemex enfrenta una deuda superior a los 100 mil millones de dólares, lo que la convierte en la empresa petrolera más endeudada del mundo. En este contexto, el envío de petróleo a un país que no paga ni genera retorno financiero agrava la ya crítica situación de la paraestatal.
Medios internacionales han documentado que Estados Unidoscanceló líneas de crédito y préstamos a México tras detectar estas maniobras. El caso más sonado fue el retiro de 800 millones de dólares por parte del Ex-Im Bank, como consecuencia directa de los tratos con Cuba.
Además, al operar fuera de los marcos convencionales de comercio internacional, México se expone a sanciones multilaterales que podrían afectar las exportaciones, el acceso a financiamiento y la estabilidad económica nacional.
Morena convierte la política energética en una herramienta ideológica
La justificación oficial de estos envíos es que Cuba necesita ayuda. Pero no hay registros públicos de contratos, condiciones de pago ni respaldo legal de las operaciones. Todo indica que se trata de una política manejada en la sombra, sin transparencia y con fines estrictamente ideológicos.
En lugar de invertir en infraestructura, salud o educación, Morena prefiere financiar a regímenes autoritarios. Lo que comenzó como una “Gasolinera del Bienestar” ha terminado siendo otro vehículo del despilfarro y la opacidad gubernamental.
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