Este miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó los datos de la Balanza de Pagos para el primer trimestre de 2025. Las cuentas externas comenzaron el año con un rojo de U$S 5.191 millones. Por ende, ante los problemas para generar divisas genuinas, el Gobierno de Milei se endeudó por U$S 5.137 millones, cuando un año atrás había terminado con un saldo positivo por préstamos netos de U$S 270 millones.
“Durante el primer trimestre de 2025, la cuenta corriente registró un déficit de USD 5.191 millones, en contraste con el superávit de USD 176 millones observado en el mismo trimestre del año anterior. Esta disminución es explicada principalmente por el aumento interanual del déficit en la balanza de servicios, estimado en USD 3.152 millones y por la disminución del superávit de la balanza de bienes en USD 3.010 millones”, informa el INDEC.
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Balanza de pagos: en el 1° trimestre 2025, la cuenta corriente arrojó un déficit de USD 5.191 millones; y la financiera, un ingreso neto de capitales por USD 7.229 millones https://t.co/ky6eCqwrZC pic.twitter.com/5m6fejntRG— INDEC Argentina (@INDECArgentina) June 25, 2025
El dólar barato generó una salida de dólares que opacó el superávit de la balanza de bienes: impulsado por el fuerte aumento de importaciones (+34%) con una diferencia interanual de U$S 4.244 millones, mientras las exportaciones apenas crecieron un 7%, incrementando en U$S 1.234 millones. Pero principalmente el efecto del dólar sostenido se vio en el rubro de servicios que arrojó un déficit de U$S 4.502 millones, un incremento del 233%, impulsado mayormente por el aumento de viajes al exterior que tuvo un saldo negativo de U$S 3.464 millones, mientras el déficit del año anterior había sido de U$S 709, un incremento del 388%.
En este sentido, otro informe publicado por INDEC este miércoles informó el incremento del 45% de argentinos que viajaron al exterior en mayo, y en el año ya acumula un incremento del 64% interanual. El gasto en turismo al exterior, para el primer trimestre del año implicó más dólares de los que entran por importantes sectores exportadores, como la energía o el complejo sojero.
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Un plan de patas cortas que hipoteca el futuro
Milei y Caputo tienen intervenido desde el Estado el precio del dólar. Sin el gran préstamo del FMI, con apoyo político y electoral, y la bicicleta financiera que montó el Ministro de Economía con jugosas tasas a los especuladores, el precio de la divisa sería evidentemente más alto, una revaluación estimada de alrededor del 40%, según datos relevados por GMA Capital. El Gobierno tiene serias dificultades en generar divisas genuinas, las exportaciones apenas varían y las inversiones no llegan, por lo cual recurre al endeudamiento.
El plan económico de contener el dólar como ancla inflacionaria empieza a agrietarse y la sangría de dólares se profundiza. Este miércoles el FMI empezó a revisar las metas, a pesar de que el número de déficit de la Balanza de Pagos es contrario a la acumulación de reservas que exige el organismo, el Fondo mantendrá su apoyo político profundizando el ajuste, el saqueo y la dependencia que vendrán con redobladas exigencias en relación a las reformas contra las grandes mayorías, en el terreno laboral, previsional e impositivo.
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Pero este incumplimiento implicará una mancha negra ante el crédito internacional que exigirá condiciones más leoninas para seguir financiando, el plan enciende luces rojas en los principales centros financieros. Después del anuncio de Morgan Stanley de que la deuda argentina no ascenderá a la categoría “standalone”, sin vísperas de ascender a “mercado emergente” (equiparada con Zimbabue, Líbano, Palestina, Botsuana, Ucrania y Panamá) la calificadora de riesgos Moody’s (con sede en Wall Street) le advirtió públicamente al gobierno Milei por el impacto negativo del atraso cambiario en la rentabilidad de las empresas.
De todas formas, Caputo buscará seguir aumentando la bola de nieve de endeudamiento, fiel a su estilo, a merced de los grandes especuladores y el Fondo. Es necesario cortar con esta sangría. La izquierda es el único sector político que plantea abiertamente la necesidad impostergable de rechazar el pacto con el FMI, y desconocer la estafa de la deuda que ya es impagable.
Además del rechazo soberano de la estafa de la deuda, la nacionalización del sistema bancario y el comercio exterior bajo administración de los trabajadores, son medidas complementarias que permitirían evitar la gran fuga de capitales y las maniobras especulativas, que alimentan las expectativas devaluatorias. Además, de decidir democráticamente que se exporta e importa y no a merced de las grandes multinacionales que manejan los puertos del país. Estas medidas forman parte de un planteo que patea el tablero por una salida de fondo, para empezar a planificar la economía desde abajo, en función de las necesidades de las grandes mayorías y no de las ganancias de unos pocos.