Los argentinos tienen depósitos y billetes por US$ 254.371 millones, en buena medida no declarados

Los depósitos y dólares-billetes y otras monedas – que están en el país o en el exterior y pertenecen a argentinos o empresas argentinas, que en su gran mayoría no están declarados- alcanzaron en el segundo trimestre de este año un total de US$ 254.371 millones.

Buena parte de esta cifra es la que está en la mira del Gobierno buscando que esos dólares salgan del colchón, de cajas de seguridad y del exterior con su propuesta de «borrón y cuenta nueva» si ingresan al sistema.

Si a los dólares billetes se le suman inversiones en bonos y títulos externos, propiedades en el exterior, el total de activos externos en manos argentinas sumaba US$ 430.358 millones.

A los US$ 254.731 millones de depósitos y billetes; siguieron distintas inversiones financieras, como participaciones en fondos de inversión, con US$ 66.397 millones; participaciones de capital por inversión directa, con US$ 53.561 millones; títulos de deuda inversión de cartera, con US$ 41.023 millones.

De la serie del INDEC surge que en 2006, tras la crisis de la convertibilidad, los “dólares del colchón” sumaban US$ 74.282 millones. En 2009 cruzaron la barrera de los US$ 100.000 millones. A comienzos de 2016 – en el arranque del gobierno de Mauricio Macri- totalizaban US$ 154.682 millones -declarados o no- y a inicios del gobierno de Alberto Fernández ya sumaban US$ 226.569 millones, alcanzaron los US$ 261.368 millones a fin de 2023 para descender a US$ 254.371 millones en el segundo trimestre de este año.

En esos siguientes 18 meses, bajó el rubro de dólares billetes y depósitos ( -US$ 6.997 millones, totalizaba US$ 261.368 millones) y creció la inversión de cartera, como en fondos de inversión ( US$ 11.344 millones).

Todos estos números ilustran la enorme salida o fuga de capitales que se financió en parte con mayor deuda (por ejemplo, con el FMI y demás organismos internacionales), un proceso que se fue acrecentando año tras año en medio de una fuerte depreciación del peso, brecha cambiaria, bajo crecimiento y recesión, alta inflación, parate de la actividad económica agravado por la pandemia y las restricciones a la actividad, aumento de la informalidad e incremento de la pobreza de una parte creciente de los argentinos.

Con la gestión de Milei, luego de la devaluación inicial, el peso se fue apreciando y se encarecieron los bienes y servicios en dólares y aumentaron las inversiones en fondos de inversión y títulos de deuda.

De este modo, mientras el Banco Central no tiene dólares, las divisas ‘sobran’ en billetes “bajo el colchón”, en propiedades o inversiones financieras en el exterior y en acciones o títulos de deuda de gobiernos o empresas extranjeras por una suma que se asemeja a la deuda pública nacional.

Todos esos fondos son privados y están en billetes o invertidos en fondos y monedas extranjeras, mientras la deuda es del Estado Nacional. Buena parte «no están declarados» y se fueron acumulando a lo largo de los años fuera del sistema financiero local.

Estas cifras del INDEC surgen de los movimientos de la compra-venta de moneda extranjera del sistema bancario y financiero, de la entrada y salida de fondos y capitales que se cursan a través del Banco Central y de datos suministrados de bancos y entidades del exterior acerca de las propiedades, colocaciones o activos que tienen los argentinos en sus países y de estimaciones de movimientos de fondos, como sería el caso del turismo extranjero.

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