Respaldo de Estados Unidos a su aliado «sistémico»: cuál podría ser la moneda de cambio a nivel geoestratégico que ofrecería Argentina?

«Argentina es un aliado sistémico importante de Estados Unidos en América Latina, y el Tesoro de los Estados Unidos está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a Argentina. Todas las opciones de estabilización están sobre la mesa», publicó este lunes en la red social X Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos. La contundencia del respaldo ofrecido por el funcionario de la administración de Donald Trump encendió el debate en «QR!» respecto de cuáles podrían ser los términos del intercambio geoestratégico entre Washington y Buenos Aires.

Al piso del programa que se emite por Bravo TV de lunes a viernes a las 22 estuvo invitado el analista internacional Atilio Borón, quien marcó que Estados Unidos atraviesa serias dificultades internas de diversa índole y una inflación que superaría el 3% anual. En la misma línea, aseguró que el presidente Trump cuenta con apenas 38% de aprobación, un rechazo masivo a sus políticas migratorias y un creciente malestar por el apoyo irrestricto a Israel en Gaza. Sumó, además, que el actual gabinete estadounidense es considerado como “el segundo peor de la historia” por su inestabilidad y falta de competencia, lo que vuelve todavía más riesgoso cualquier acuerdo con Washington. Para Borón, ese es el trasfondo en el que Javier Milei busca —y encuentra— respaldo geopolítico.

El analista fue tajante al calificar al mandatario argentino como “un peón incondicional al que se le pueden encomendar las tareas más sucias, y que las va a cumplir sin titubear”. Según su visión, la apuesta de Estados Unidos consiste utilizarlo como aliado incondicional en la región mientras aguarda un cambio de clima político con las elecciones que se aproximan en Bolivia y Chile. La condena judicial a Jair Bolsonaro en Brasil, consideró, fue un golpe duro para Washington, que ahora busca apoyos firmes como el de Milei para sostener su influencia con miras a contrarrestar el avance a paso firme que China despliega en la región.

La discusión avanzó hacia el terreno energético y comercial. El periodista Martín Granovsky recordó que Argentina abandonó el proyecto nuclear de desarrollo del Reactor Argentino de Componentes Modulares (CAREM) y que se plegó al programa norteamericano nuclear FIRST, gesto de alineamiento político que también se convierte en una ficha de negociación.

Borón agregó que aunque la presión de Washington es constante, la realidad demuestra que el peso de China lo ha convertido en un socio comercial extremadamente valioso. El intercambio de Pekín con América Latina pasó de 12 mil millones de dólares en 2000 a 486 mil millones de dólares en 2023. China es el principal socio de Brasil, Chile y Perú, y segundo de Argentina y México. “Lo que Estados Unidos pide es más retórico que práctico, porque en la realidad quien compra es China”, remarcó, recordando que incluso durante el gobierno de Mauricio Macri «el único logro comercial con Washington fue exportar 50 mil toneladas de limón», según apuntó.

¿Llegan los marines? Milei habló de la posibilidad de un ‘préstamo directo’ del Tesoro de EE.UU.

Otro punto caliente del debate fue la posible instalación de una base militar estadounidense en Ushuaia. Borón advirtió que se trataría de un movimiento estratégico clave por su cercanía a la Antártida, el paso bioceánico y el Atlántico Sur. “La experiencia indica que cuando Estados Unidos instala una base, después no se retira. Todavía mantienen decenas en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial”, afirmó, en referencia a la proyección a largo plazo de Washington.

El respaldo financiero del Tesoro estadounidense, en este contexto, no aparece como un gesto desinteresado sino más bien como una pieza más dentro de un entramado complejo en el que la ayuda financiera, las concesiones nucleares y hasta la posibilidad de bases militares funcionan como opciones de cambio en la disputa geoestratégica global. Para la oposición política en Argentina, lo que está en juego no es solo un crédito sino el grado de soberanía que el país podría ceder en nombre de un salvataje económico inmediato y cortoplacista.

LB / FPT

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