Tras la derrota electoral, cuál es la batería de opciones que tiene el Gobierno para frenar al dólar

El peor escenario posible, aquel al que los mercados le asignaban la menor probabilidad, terminó haciéndose realidad. La Libertad Avanza (LLA) sufrió una derrota contundente en la provincia de Buenos Aires, un resultado que encendió las alarmas en el frente financiero. La presión se intensificó de inmediato sobre el tipo de cambio, que en la apertura de los mercados comenzó a acercarse peligrosamente al techo de la banda cambiaria, ubicado en torno a los $1471.

En este contexto, el Banco Central (BCRA) quedó nuevamente en el centro de la escena. Llegado ese límite, la entidad monetaria tiene la posibilidad de intervenir con ventas de dólares en la plaza cambiaria. Tras el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril, cuenta con un “poder de fuego” de US$14.000 millones.

El dólar mayorista abrió hoy en $1450, pero hacia media mañana descendió a $1425. Aun así, se mantiene a apenas 3,5% del techo establecido, una distancia mínima en un mercado tan volátil.

El Tesoro también tiene disponibles cerca de US$1000 millones de sus depósitos para “darle liquidez” al mercado, como dijo la semana pasada el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, para justificar la intervención cambiaria del Ministerio de Economía.

De acuerdo con estimaciones privadas, en la previa de las elecciones bonaerenses el Tesoro ya habría utilizado más de US$500 millones para sostener al tipo de cambio oficial, lo cual generó un impacto negativo en el mercado financiero. La falta de acumulación de reservas del Gobierno fue y sigue siendo el talón de Aquiles del programa económico.

Entre otras alternativas que tiene disponible el equipo económico para intentar contener el tipo de cambio está la posibilidad de generar una nueva suba en las tasas de interés, aunque hoy se ubican en niveles históricamente elevados. También se descuenta que el BCRA continuará operando con fuerza en el mercado de futuros, donde se definen los precios del dólar a mediano y largo plazo.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, en abril pasado cuando anunciaron el acuerdo con el FMIPresidencia

Hola techo de la banda en $1471, estamos a nada. Lo malo de esto es que llegamos acá con todo exigidísimo: tasas, futuros y dólares del Tesoro. Y sin acumular reservas netas y postropezón político”, advirtió el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier.

El Central podría incluso subir los encajes bancarios para restringir aún más la liquidez y desalentar la demanda de dólares. Pero esa herramienta ya se encuentra en niveles récord, del 53,5%.

“El equipo económico podría subir más las tasas para tentar a los inversores a colocarse en pesos, aunque lo cierto es que ya las subieron tanto (la tasa de un plazo fijo en términos reales ya supera cualquier nivel que vimos en las últimas décadas) que no es claro que a esta altura eso influya mucho en la voluntad de los inversores de hacer carry trade”, dijo la consultora 1816.

El problema es que cada incremento de tasas golpea de lleno al Tesoro, que enfrenta esta semana vencimientos de deuda por $7,2 billones. El objetivo oficial es renovar la mayor parte de esos pasivos para evitar que queden pesos sin absorber, pero una tasa más alta también encarece el financiamiento del Estado y genera dudas sobre la sostenibilidad fiscal, al elevar el gasto en pagos de intereses.

En medio de esta situación, el ministro de Economía, Luis Caputo, intentó transmitir calma. “Nada va a cambiar en lo económico”, aseguró ayer en la red social X, y agregó: “Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario”.

Según el economista Fernando Marull, el Banco Central aún dispone de margen para vender hasta US$3500 millones en contratos de futuros, mientras que el Tesoro podría desprenderse de otros US$1100 millones de sus depósitos, además de lo que ya aporta la propia entidad monetaria con sus reservas.

La combinación de herramientas busca evitar un salto brusco del tipo de cambio en un escenario político incierto. Pero los analistas advierten que la capacidad de respuesta es limitada y que el mercado seguirá poniendo a prueba al Gobierno en las próximas semanas, en especial si no aparecen señales claras de fortalecimiento de reservas y de un anclaje consistente en las expectativas.

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