El precio del petróleo registró una caída moderada tras la cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, realizada en Alaska, que no derivó en sanciones adicionales, alivió tensiones relacionadas con el suministro ruso y reforzó expectativas de estabilidad geopolítica.
Según Reuters, el crudo Brent cedió US$0,26 (‑0,4 %) ubicándose en US$65,59 por barril, mientras que el WTI estadounidense cayó US$0,18, a US$62,62.
Las declaraciones de los líderes no anticiparon un endurecimiento de las sanciones energéticas contra Rusia; por el contrario, eludir nuevas restricciones a compradores como China redujo el temor a interrupciones del suministro, lo que generó presión bajista en los precios.
El consenso entre analistas fue que la cumbre representó más un paso diplomático simbólico que un cambio de fondo.
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Helima Croft, de RBC Capital, anticipó que la decisión de frenar sanciones expansivas “mantendrá vivo el lento avance del sentimiento de mayor riesgo”.
El mercado ahora dirige su atención a nuevos hitos geopolíticos: la próxima reunión de Trump con Zelenskiy y líderes europeos, y las gestiones sobre un acuerdo de paz.
Simultáneamente, el entorno financiero espera señales de la Reserva Federal en Jackson Hole, donde Jerome Powell evaluará el avance de la inflación y podría adelantar decisiones sobre recortes de tasas.