21/03/2025 09:53hs.
Miguel Ángel Borja no es como un desgarro, pero está al límite de serlo. Porque su caso inquieta a Marcelo Gallardo casi tanto como el de la preocupante racha de lesiones que azota al vestuario de River, más allá de que en la encuesta que armó Olé, que suma cerca de 20 mil votos, el 54% de los hinchas (10.267) hayan elegido que debe seguir siendo titular.
A esta altura, el tema va más allá del penal errado por el colombiano: el tema de fondo es el aura negativa que lo acompaña de un tiempo a esta parte y que sus propios compañeros perciben en el ambiente, al punto de intentar levantarle el ánimo de cualquier manera en esta perturbadora sequía que llevó al deté al extremo de necesitar una conversación con el deprimido colombiano para saber si, en estas condiciones, es mejor que siga siendo titular o sea preservado en el banco de suplentes.
Su desconexión con el gol, de hecho, es un tema en el día a día. Compañeros, cuerpo técnico y todos en el club notan que la coyuntura afecta tanto al Colibrí que, sea en un entrenamiento o en un partido, hasta su lenguaje corporal cambió. Que parece que va a errarle al arco antes de que lo haga.
A esta crisis de confianza es a la que se refirió el Muñeco cuando dijo que lo debe acompañar para saber si su instinto asesino, su deseo goleador, sigue intacto o si que esté al borde de ser un meme le pudo haber afectado la autoestima.
River Plate –
Le atajaron un penal a Borja
Video: TyC Sports.
Que Borja siga siendo titular en gran medida es producto de las lesiones y de una configuración del plantel que no contempló una opción de fuste en su puesto. Las bajas de Driussi, Colidio y hasta Ruberto le sacaron competencia a un jugador al que, precisamente, no le gusta sentirse acosado por la misma. Lo curioso, en esta oportunidad, es que ni ese contexto lo benefició. Y eso encendió las alarmas.
El lamento de Borja por el penal errado. Foto: Federico Chara.
Lo que antes parecía un hecho, que por estos días se comenzara a hablar con su mánager respecto de la renovación del vínculo que vence a fin de año, hoy no lo es tanto. Por más que en poco más de tres meses, desde el 1° de julio, el killer de 32 años quede en condiciones de empezar a negociar con otro club como agente libre.
En todo caso, para eso falta una eternidad. La urgencia es ahora, ya, el próximo partido. Borja está al borde de que las circunstancias se lo devoren. Y eso es lo que Gallardo y todos en River quieren evitar. “Pobre Migue. Antes la metía hasta con el pelo”, resumió González Pirez. Hoy se quedó afónico. Y hay que atenderlo.