Novak Djokovic, afuera de la final del Australian Open: una lesión y dolorosos abucheos

Lo intentó Novak Djokovic y no pudo. Una lesión le impidió ir más allá. El hombre que ganó 10 veces el Australian Open se quedó con las ganas de llegar a la final, tan cerca y tan lejos de la undécima corona en el Melbourne Park. Alexander Zverev se quedó con el pasaje a la definición, después de quedarse por 7-6 (7-5) con el primer set, y el retiro que eligió el serbio, a sabiendas de que no podía jugar lesionado, después de una hora y 21 minutos de juego.

Sabor a poco para los miles de espectadores en el Rod Laver Arena. Mientras Djokovic tomaba su bolso y alzaba sus brazos, se escucharon injustos abucheos. Sigue el balcánico envuelto en una singular relación con Australia, entre las tantas jornadas de gloria, aquella humillante deportación de hace tres años y otros cortocircuitos, en una suerte de romance con chispazos. “Te amo, te odio, dame más”, como dicen los versos de un clásico del rock. No merecía esa despedida Nole. Quién sabe cuántas veces más pisará ese court central que lo tiene como máximo vencedor en la historia.

El dolor de Novak Djokovic durante su partido contra Alexander Zverev Asanka Brendon Ratnayake� – AP�

Había dejado una excelente impresión Djokovic en su victoria sobre Carlos Alcaraz. Allí también dejó algunas pistas de que las cosas no estaban del todo bien: “Como todavía estoy en el torneo no quiero revelar demasiado de lo que pasó. Pero sí, la medicación empezó a hacer efecto y los médicos ayudaron. Me tomé una segunda dosis (aunque suene mal)… Si perdía ese segundo set no sé si hubiera seguido jugando. Cuando la medicación deje de hacer su efecto veré la realidad”. Había sido atendido por una dolencia en el muslo izquierdo tras el primer set contra el español. Más de uno no le creyó y pensó que había sido una táctica para desconcentrar a Alcaraz.

Después de ese triunfo, Djokovic no se entrenó el miércoles, tampoco el jueves. Las alarmas se encendieron. Más allá de la experiencia, del oficio que dan los años, demasiada ventaja física para chocar en una semifinal al mejor de cinco sets contra un rival en plena forma como el número 2 del mundo. Zverev lo supo y no concedió ninguna oportunidad. El domingo, el alemán jugará su tercera final de Grand Slam, en busca de primer festejo grande, después de aquella frustración en el US Open 2020 y, más acá, el año pasado, en Roland Garros. Su rival surgirá del duelo que más tarde animarán Jannik Sinner, el número 1 del mundo y defensor del título, y el estadounidense Ben Shelton.

El resumen del partido

“No pegué ni una pelota desde que le gané a Alcaraz hasta una hora antes del partido contra Sascha [Zverev]. Hice todo lo que pude para controlar el desgarro muscular, con medicamentos, vendajes y el trabajo de fisioterapia. Sobre el final del primer set empecé a sentir un dolor mucho más fuerte, ya era demasiado. Quizá si hubiera ganado el primer set habría intentado seguir, pero sentía que el problema iba de mal en peor, así que veía imposible seguir mucho tiempo más en el partido”, amplió.

“Dios sabe qué hubiera pasado si continuaba otras dos, tres, cuatro horas. Creo que no hubiera podido aguantar el dolor. Simplemente, no me quedaba nada en el tanque. Pensé que quizás con dos días de descanso iba a ser suficiente para recuperarme, pero no ha sido así”, explicó en la conferencia de prensa que dio apenas terminó el encuentro. En los 81 minutos de acción se vio que Djokovic no tenía la frescura de otros momentos, acaso sin la intensidad habitual. Pero, así y todo, había logrado llegar al tie-break sin ceder su saque, jugando algunos puntos en gran forma.

Djokovic y su gesto de resignación durante la rueda de prensa posterior a su abandono en MelbourneAsanka Brendon Ratnayake� – AP�

Djokovic continuó su análisis: “Otros años estuve en una situación similar y pude sacarlo adelante. No es lo que pasó ahora… Tampoco puedo tirar a la basura todos los recuerdos impresionantes que tengo en este torneo. Ahora mismo estoy frustrado y decepcionado. Pero este torneo permanecerá siempre en mi corazón, por ser el lugar en el que mejor he jugado al tenis. Estoy agradecido por todo lo que el tenis me permitió vivir y orgulloso de mi desempeño. Ahora tengo que examinar bien la lesión cuando vuelva a Europa, y veré si puedo estar recuperado para el torneo de Doha (del 17 al 22 de febrero). En los últimos años me he lesionado bastante. No sé cuál es la razón, voy a seguir intentándolo mientras sienta que pueda aguantar todo esto”.

Novak Djokovic y su frustración en el Melbourne ParkManish Swarup� – AP�

El exnúmero 1 del mundo se lamentó: “Jugué un gran tenis durante todo el torneo. Siento que tenía buenas posibilidades, en caso de haber estado saludable. Sé que no es fácil ganarle a Zverev, pero tampoco lo fue para él incluso hoy, estando yo lesionado. He pegado muy bien a la pelota, hubo muchos aspectos positivos que extraer de mi juego. Llegar a las semifinales es un resultado muy bueno teniendo en cuenta las circunstancias, pero no puedo quedarme satisfecho porque vine aquí a ganar”. Y le dedicó unas palabras a su vencedor: “Le deseo lo mejor a Sascha. Voy a estar animándolo para que logre su primer título de Grand Slam, porque se lo merece”.

El final se precipita: Novak Djokovic saluda a Alexander Zverev y le anuncia su retiro de la semifinalJames Ross� – AAP�

El número 2 del mundo, en la habitual entrevista con Jim Courier en medio de la cancha, defendió a Djokovic. “Lo primero que quiero decir es que no deberían abuchear a un jugador cuando se va lesionado. Entiendo que todos pagaron su entrada y que esperaban un partido de cinco sets, pero tienen que entender que Djokovic lo ha dado todo en este deporte en los últimos veinte años, incluso ha ganado este torneo con un desgarro. Y si no puede continuar jugando, es porque no puede, así de simple. Les pido que sean respetuosos”, señaló el jugador germano, anotado para disputar el Argentina Open desde el 10 de febrero próximo en Buenos Aires.

A Djokovic se le fue otra oportunidad de conseguir su 25º título de Grand Slam y el centésimo trofeo de su carrera. No es que le falte nada por conseguir; sus vitrinas ya tienen todas las copas disponibles. Vale recordarlo: fue campeón de Australia en 2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020, 2021 y 2023. Nadie, en la rama masculina, ganó tanto en el Slam oceánico. Pero, a los 37 años, el serbio todavía tiene la ambición de lograr algo más. No será este año en Melbourne. Ese lugar que muchas veces fue su tierra prometida, lo despidió sin ovaciones y con dolores físicos.

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