El 95 por ciento de las enfermeras considera que tiene un volumen de trabajo alto o excesivo y un 88,3 por ciento reconoce que esta presión asistencial le afecta psicológicamente mucho o bastante, según se desprende del ‘Estudio sobre el impacto de la presión asistencial en la profesión enfermera’ que ha presentado este lunes en Madrid el Consejo General de Enfermería (CGE).
Se trata de una encuesta que tiene como objetivo conocer cuál es la situación actual de las enfermeras y en la que han participado más de 8.300 profesionales. Así, el 86 por ciento de las enfermeras ha tenido episodios de estrés, el 66,6 por ciento ansiedad, el 60 por ciento insomnio y el 27 declara que ha llegado a tener depresión.
Además, el 56,1 por ciento de las enfermeras encuestadas asegura que su situación laboral ha empeorado con respecto a la que tenían antes del Covid-19. «La situación actual es terrible. Si todo sigue igual tendremos una quiebra del sistema sanitario español. Ya no podemos avisar más veces a los políticos sobre cómo están las condiciones laborales, la situación está al límite», ha advertido en la rueda de prensa el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.
En cuanto al volumen de trabajo, las enfermeras lo puntúan con un 8,62 sobre 10, y aunque la percepción de exceso de trabajo es transversal a todos los ámbitos, el área sociosanitaria (8,91), y hospitalización (8,81) tienen las puntuaciones más altas.
EL 23% DE LAS ENFERMERAS HA PEDIDO LA BAJA
El documento revela que el 23 por ciento de las enfermeras ha pedido la baja laboral por algún problema derivado de la carga emocional que genera la presión asistencial, lo que supone un incremento con respecto a 2022, cuando el dato era del 16,5 por ciento.
«Esta cifra tiene un enorme coste económico para el sistema y mayor sobrecarga para el resto de enfermeras. Si no podemos prevenir los problemas de nuestras compañeras, esto seguirá aumentando», ha destacado la vicepresidenta del CGE, Raquel Rodríguez.
En este sentido, el 63 por ciento de las consultadas declara que ha necesitado ayuda profesional a nivel psicológico. De ellas, el 37,8 por ciento ha tenido acceso a esa ayuda. Asimismo, 6 de cada 10 profesionales asegura que ha pensado en algún momento dejar la profesión, un número superior al recogido en 2022, cuando era el 46,5 por ciento.
«Hemos visto que el 36 por ciento declara que no volvería a estudiar Enfermería si pudiera dar marcha atrás, 7,7 puntos más que hace dos años, cuando esta reconsideración afectaba al 28,4 por ciento», ha explicado la coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE, Guadalupe Fontán.
PROGRAMA DE AYUDA A LAS ENFERMERAS
Para intentar paliar esta situación, el CGE tiene la intención de implantar definitivamente un plan «casi idéntico» al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, que tiene como objetivo cuidar la salud de los profesionales sanitarios.
«Ante la situación vivida en pandemia y la que estamos presumiendo que está ocurriendo, acordamos desde la Ejecutiva del CGE poner en marcha un programa casi ideático al que tiene la Organización Medica colegial. Hace dos meses firmamos un acuerdo con varias organizaciones sanitarias y estamos en fase de implantarlo definitivamente en el colectivo enfermero. Esto ayuda a los que están enfermos, pero, como que tengamos que ayudar a los 345.000, el PAIME se va a quedar corto», ha señalado Pérez Raya.
Por último, el presidente del CGE ha informado de que el estudio se presentará el próximo 19 de noviembre al secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. «En la reunión que mantendremos le informaremos sobre la situación actual, que tiene que conocerla. Anteriormente dije que el Ministerio de Sanidad estaba en la línea de solucionar algunos problemas importantes de la profesión, pero las promesas las hemos escuchado de otros ministros anteriores y no se han hecho realidad», ha lamentado Pérez Raya.
El presidente del CGE también asegura que la situación debe cambiar de mano de las comunidades autónomas, a la vez que ha propuesto que haya una partida especifica en los Presupuestos Generales del Estado para solucionar este problema.
Desde el CGE insisten en que estos datos van de la mano con las cifras que se presentaron hace unas semanas que indicaban la falta de 123.000 enfermeras para lograr llegar a las ratios europeas y así poder atender de forma óptima a los pacientes.