Chile planea estatizar parte de las jubilaciones por medio de un sistema de reparto

A pocos días de terminar el 2024, el gobierno chileno enfrenta un obstáculo clave en la reforma de pensiones, que aún no logra consensos entre las fuerzas políticas. La propuesta, que busca aumentar las cotizaciones, ha generado una fuerte oposición, especialmente en torno a la administración estatal de parte de los fondos.

Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el periodista Mario Solís, quien contó que el poder legislativo de Chile está contra el tiempo, ya que el gobierno central había solicitado que la reforma al sistema de pensiones estuviera lista para finales de este año.

Cuáles son los contratiempos de la reforma 

Según el entrevistado, la situación se complicó debido a la falta de acuerdo entre la oposición y el oficialismo en varios puntos clave de la reforma.

En ese sentido, Solís explicó que el sistema de pensiones en Chile funciona bajo el modelo de las AFP, similar a las AFJP en Argentina y el único acuerdo alcanzado hasta el momento es un aumento de aproximadamente 30 dólares en la pensión garantizada universal, equivalente a la moratoria en Argentina. Sin embargo, “el gobierno insiste en la necesidad de incrementar las cotizaciones de los propios trabajadores”, agregó.

Cómo rige el sistema y cómo sería administrada la nueva pensión

Actualmente, se aparta un 10% del salario para el ahorro previsional pero, “este porcentaje es insuficiente, ya que las pensiones resultantes son considerablemente bajas”, dijo el entrevistado. Y añadió: “La reforma beneficia a la población, pero el principal punto de conflicto radica en la oposición de la derecha chilena, que rechaza un aumento del 6% en la cotización salarial”.

En continuidad con el tema, el periodista sostuvo que la controversia surge porque parte de este aumento “sería administrado por el Estado a través de un sistema de reparto, algo que no es aceptado por la oposición”.

Al ser consultado sobre la instauración de este modelo de las AFP en los años 80, Solís explicó que, “se prometió a los chilenos que, al jubilarse, recibirían una pensión equivalente a su sueldo en actividad”. Sin embargo, “lo que no se explicó claramente es que el sistema calcula la expectativa de vida hasta los 110 años, una cifra poco realista en Chile, donde la mayoría de la población no supera los 100 años”.

Para finalizar, el periodista agregó: “Esto hace que, al jubilarse a los 65 años, los pensionados reciban una cantidad mucho menor a lo que ganaban durante su vida laboral, a menudo inferior a un cuarto de su sueldo”.
 

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