La bebida que aporta calcio y magnesio y previene la osteoporosis
Para cuidar nuestros huesos, algunos alimentos son clave, y la leche es uno de los más conocidos por su contenido de calcio y magnesio. Sin embargo, para quienes no consumen lactosa o prefieren evitar productos animales, la leche de sésamo es una excelente alternativa. Esta «leche» vegetal, hecha a base de semillas hidratadas, ofrece beneficios increíbles para la salud.
Según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., las semillas de sésamo son antioxidantes, ayudan a reducir el colesterol, regulan los lípidos en sangre, protegen el hígado y los riñones, y tienen propiedades antiinflamatorias y antitumorales.
Aunque las leches vegetales han ganado popularidad, la leche de sésamo no es tan común. Sin embargo, su alto contenido de calcio y magnesio la convierte en una excelente opción para quienes buscan alternativas a la leche convencional.
Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., con solo 30 gramos de semillas de sésamo se cubre el 22% del calcio y el 25% del magnesio recomendados diariamente.
Ambos nutrientes son clave para prevenir la osteoporosis, ya que el calcio fortalece los huesos y el magnesio, aunque menos conocido, también es esencial. Su deficiencia puede aumentar el riesgo de fracturas.
Antes de hacer cambios en la dieta, es importante consultar a un profesional de la salud.
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Vitamina D, clave para prevenir la osteoporosis en ancianos
La preparación de leche de sésamo para fortalecer los huesos y prevenir la osteoporosis
Ingredientes (para 2 litros):
- 2 tazas de semillas de sésamo
- 6 tazas de agua filtrada
- 1/4 taza de coco rallado (opcional, para una textura más cremosa)
- 2-3 dátiles sin hueso (o el endulzante natural que prefieras)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
Preparación:
- Colocá las semillas de sésamo en un bol con agua y dejalas remojar durante al menos 8 horas o toda la noche. Esto activará las enzimas y mejorará el sabor.
- Escurrí bien las semillas y enjuagalas con agua fría.
- Colocá las semillas escurridas en la licuadora junto con 4 tazas de agua, el coco rallado, los dátiles, la vainilla y la sal. Licuá a alta velocidad durante 1-2 minutos hasta obtener una mezcla suave.
- Forrá un colador con tela de algodón o una bolsa para hacer leches vegetales y verté la mezcla sobre él. Presioná suavemente para extraer todo el líquido. Podés repetir el proceso con el bagazo y las 2 tazas de agua restantes para obtener más leche.
- Calentá la leche de sésamo en una olla a fuego bajo, removiendo constantemente durante unos minutos.
- Dejala enfriar y guardala en un recipiente de vidrio hermético en la heladera. Podés conservarla hasta por 3-4 días.
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